El EUREP 23 celebrado en la majestuosa ciudad de Praga fue, sin lugar a dudas, un encuentro que marcó un antes y un después en mi vida como residente de urología. Gracias a la Confederación Americana de Urología (CAU), que generosamente me otorgó una beca, pude formar parte de esta aventura académica y cultural.
La excelencia del EUREP no sólo radica en ser un foro científico de renombre, sino que fusiona de manera magistral el intercambio cultural. Cada año, este evento congrega a 360 residentes, principalmente europeos, pero también de regiones como Asia, Latinoamérica y Australia. En sus más de dos décadas de tradición, ha logrado ser una referencia en la formación de futuros urólogos.
El programa académico es intenso, abarcando 5 módulos de diferentes subespecialidades de urología en apenas 6 días. Lo destacable es la elevada calidad de los profesores, muchos de los cuales están directamente involucrados en la elaboración de las guías clínicas de la EAU. Esta conexión directa entre teoría y práctica enriquece cada sesión, brindando claridad y contexto a las recomendaciones clínicas presentadas.
Lo que diferencia a EUREP de otros congresos es la interacción directa entre profesores y residentes. En grupos reducidos, las clases se tornan dinámicas y las dudas se resuelven en tiempo real. Adicionalmente, los cursos prácticos, o “Hands on”, son un añadido valioso. Personalmente, pude sumergirme en los cursos de Holep y Laparoscopía (básica y avanzada) y enfrentarme al desafío del examen E-BLUS.
Pero el aprendizaje no se limita al aula. La configuración del programa fomenta la interacción multicultural entre residentes. Rápidamente, entablé una amistad con Jordan, otro beneficiario de la beca CAU, originario de Argentina. Juntos, y con la calidez de un grupo de residentes españoles, exploramos las maravillas de Praga en nuestros momentos libres.
Concluiría diciendo que el EUREP 23 fue más que un simple congreso. Fue una experiencia integral que expandió mis horizontes académicos, profesionales y culturales. Mi profundo agradecimiento a la CAU por brindar esta invaluable oportunidad a sus residentes. Sin duda, es una inversión en el futuro de la urología.
