Experiencia en la Mayo Clinic
Programa de Intercambio Académico CAU – AUA, 2015
Dra. Katherine Henríquez
Uróloga de Panamá
A través de visitas periódicas en la página web de la Confederación Americana de Urología apliqué a la beca de intercambio con la Asociación Americana de Urología. Pocos centroamericanos han podido ganar este privilegio académico. Fue entonces cuando recibí la increíble noticia de mi aceptación y otorgación de beca por el Dr. Humberto Villavicencio, en aquel tiempo Secretario General de la CAU.
Apliqué a tres hospitales con mis subespecialidades afines el cual por disponibilidad fui aceptada a la Mayo Clinic en Rochester, Minnesota durante dos meses de primavera previo al congreso anual de la AUA. Fue una experiencia inolvidable y enriquecedora tanto académica como culturalmente. Mi primera impresión del hospital fue la magnitud de lugares con áreas subespecializadas y destinadas a brindar la mejor atención integral a los pacientes y a su familia. Realicé una rotación en Endourología con el Dr. George Chow y Andrología con el Dr. Landon Trost.
Todos los días participaba en las sesiones académicas matutinas que incluían rondas clínicas y presentación de casos clínicos. Estuve en varias ocasiones en la casa del fundador del Hospital Dr. William J. Mayo llamada “Mayo Foundation House”, construida en 1916 en la cual tuve la oportunidad de conocer invitados especiales como el Prof. James Catto, Editor en Jefe del European Urology y discutir artículos científicos e investigaciones del servicio. Las cenas con comida exquisita se realizaban en la Sala de Balfour, inventor del retractor abdominal. La Mayo Clinic fue pionera a nivel mundial en instaurar especialidades médicas en la práctica privada e inventar diversos instrumentos quirúrgicos. Fue emocionante disfrutar esta casa por su historia de más de un siglo de médicos compartiendo conocimientos y aprendiendo entre ellos.
Estuve presente en el quirófano varias veces a la semana alternada con la consulta clínica y procedimientos menores. En el salón de operaciones observé cirugías robóticas, laparoscópicas, percutáneas, endourológicas y abiertas. Había diversidad de cirugías diarias con un impresionante volumen de casos y podía preguntar detalles técnicos con el urólogo durante la cirugía. Estuve presente en la primera derivación urinaria robótica intracorpórea ortotópica tipo Studer realizada en la Mayo Clinic. Todos fueron atentos y amables, con disposición a enseñarme consejos prácticos y dilucidar interrogantes en su faena diaria.
El Dr. Charlie Mayo dijo que la clave del progreso es sistema y organización, en otras palabras, trabajo en equipo. Esto fue lo que más me fascinó de la Mayo Clinic, experimentar este trabajo extraordinario en equipo cuyo único objetivo es brindarle el mejor servicio y cuidado al paciente. En el servicio de Urología habían más secretarias, asistentes médicos y enfermeras que urólogos y residentes/fellows. Enfatizan la educación al paciente y familiares ya sea con charlas programadas interactivas y brindando varios tipos de material educativo. La Mayo Clinic fue considerado en el último año el mejor hospital de USA y este éxito se atribuye en primero satisfacer la necesidad del paciente: “the needs of the patient comes first”. Se siente un ambiente acogedor, cómodo y ordenado dispuesto a brindar el lugar más favorable para la recuperación de la enfermedad.
Fue un placer haber culminado esta beca y ser la primera uróloga de Panamá en poder rotar en este hospital. Estaré siempre agradecida con la Confederación Americana de Urología por todo su apoyo, a la Asociación Americana de Urología y el equipo de Urología de la Mayo Clinic por toda su hospitalidad, por hacerme sentirme en casa mostrándome el segundo mejor centro urológico de USA. La mejor enseñanza aprendida es que la unión hace la fuerza para hacer este logro y cambios, una realidad en mi país.